Para combatir la inseguridad hace falta una sola cosa: decisión política para enfrentar el delito. Es imprescindible que las autoridades abandonen la especulación electoral y se dediquen a la responsabilidad que la ciudadanía les otorgó. No hay banderías políticas en este reclamo. Nadie vive tranquilo con sus seres queridos en estas calles liberadas.